-12 de septiembre, 2016
Hay momentos en los que nos sentimos como en un callejón sin salida,siempre tratando de disimular y cubrir nuestros sentimientos detrás de una sonrisa para que nadie nos note “mal”.
A veces se nos olvida que no somos los únicos en el mundo que estamos pasando por un momento difícil (en cualquier área de la vida).
Y no es que nos haga sentir bien saber que existen más personas en medio de una situación difícil, pero al menos no nos sentimos “solos” en medio de algo.
Es triste saber que hay mucha gente atravesando una situación difícil pero es aún más difícil el tratar de resolver el “por qué” o “para qué” de esa situación.
Se siente cierta impotencia el no poder resolver algo que no depende de nosotros y que no está en nuestras manos, ¿verdad?
Es complicado creer en algo que no vemos, pero de eso se trata la fe, ¿no?
Yo lo veo como un reto porque es superar la barrera que tenemos en la mente y debemos de creer en nosotros mismos, pero en este caso, debemos de creer en Dios, solo en Él.
Sé lo difícil que es creer en algo que tanto pedimos y no vemos, pero honestamente, cuando logramos atravesar esos pensamientos negativos que los considero como obstáculos, llegamos a lo inimaginable.
Cuando dejamos de dudar del poder de Dios, Él nos muestra de una manera sobrenatural cómo supera nuestras peticiones, nuestras expectativas y nos da más de lo que imaginamos.
Pero ¿y cómo es esto posible? Solo puedo decir lo siguiente: Dios en su infinito amor siempre nos da lo mejor, pero claro, TODO es y será en su tiempo, no en el nuestro.
Y es que esto de esperar su tiempo también se convierte como en un reloj de arena, pero es aquí en donde Él prueba nuestra paciencia y nuestra persistencia en seguir orando y creyendo en Él.
Todo esto se vuelve como una línea del tiempo.
Mi mensaje de hoy:
Si no ves algo que le has pedido, sigue orando.
Si no escuchas su voz, recuerda que Él si escucha la tuya y hasta en tus pensamientos.
Si no lo puedes ver, recuerda que Él está ahí.
No te canses de orar porque Él no se cansa de escucharte.
No te canses de orar, ten paciencia y pídele sabiduría para enfrentar todo aquello que nos hace caer en la duda y en la desesperación.
Él no se queda con NADA.
así de perfecto y de grande es su amor ♥