Mientras escribo esto, voy de camino a Dallas, un vuelo de aproximadamente 3 horas y algo. Creo que ésta es la primera vez que no me toca sentarme junto a la ventana, lástima porque soy amante de los paisajes, atardeceres, las nubes y de todo aquello que me hace admirar la creación de Dios y sentirlo más cerca que nunca. Voy sentada en medio y mientras escribo esto, creo que mis vecinos pueden leerme de reojo, entonces mejor no describo lo que hacen jajaja…